Robo de joyas en el Louvre provoca cierre del museo y desata crisis en el gobierno francés
El Museo del Louvre amaneció este lunes cerrado al público, un día después del robo de parte de su colección de joyas reales, un hecho que conmocionó a Francia y reavivó el debate sobre la seguridad en sus instituciones culturales.
La medida fue adoptada a última hora por las autoridades del museo, que alegaron “motivos excepcionales”. La decisión sorprendió a cientos de visitantes que aguardaban su ingreso frente a la icónica pirámide de cristal, y a quienes ya se encontraban dentro del recinto, que debieron ser evacuados.
Fuentes del Ministerio de Cultura confirmaron que el cierre se mantendrá mientras se desarrollan las pericias y se refuerzan los controles internos. La Policía Judicial francesa lidera la investigación bajo un fuerte hermetismo, aunque los primeros indicios apuntan a un golpe perfectamente planificado.
Un golpe de precisión
El robo se produjo el domingo de mañana, cuando cuatro individuos accedieron al edificio mediante un montacargas colocado en la vía pública, que les permitió ingresar por una ventana lateral del primer piso.
Una vez dentro, se dirigieron directamente a la galería de Apolo, donde se conservan piezas emblemáticas pertenecientes a Napoleón Bonaparte y a la monarquía francesa. En cuestión de minutos, rompieron las vitrinas y huyeron con nueve joyas de valor histórico incalculable.
Durante la fuga, una de las piezas —la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo— fue abandonada o cayó, siendo luego recuperada por la Policía con daños visibles. Los autores escaparon en dos motocicletas y permanecen prófugos.
Críticas y crisis política
El robo provocó un terremoto político en París. El ministro del Interior, Laurent Núñez, convocó una reunión de emergencia con la ministra de Cultura, Rachida Dati, y altos mandos policiales, mientras crecen las críticas por los recortes en seguridad.
El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, reconoció fallas graves en el sistema de vigilancia:
“Hemos fallado. No se puede permitir que un montacargas llegue al primer piso del Louvre sin ser detectado”, declaró a France Inter.
Por su parte, el senador comunista Ian Brossat recordó que en junio pasado trabajadores del Louvre se habían declarado en huelga para denunciar la reducción del personal de seguridad. En los últimos cinco años, la plantilla del museo perdió 200 agentes, lo que afectó directamente la custodia de obras y objetos históricos.
Dati, en tanto, admitió que “la seguridad del patrimonio ha sido subestimada” pero evitó asumir responsabilidades directas.
El robo en el Louvre —uno de los museos más visitados y vigilados del planeta— deja al descubierto la vulnerabilidad del sistema de protección del arte francés y abre una nueva crisis política en torno a la gestión cultural del gobierno.
Fuente: Montevideo Portal
Foto: RVTE
