El cierre de la Biblioteca Nacional del Uruguay, anunciado el 26 de mayo de 2025 —en coincidencia con su 209° aniversario y el Día Nacional del Libro— ha generado una fuerte reacción política y cultural. El diputado del Partido Colorado, Felipe Schipani, solicitó con carácter grave y urgente la convocatoria del ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, y de la directora de la institución, Rocío Schiappapietra, ante la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados.
Schipani expresó en su carta que el cierre de la Biblioteca Nacional, en una fecha tan simbólica, resulta “particularmente preocupante” y criticó la falta de sensibilidad institucional. El legislador exige explicaciones sobre los fundamentos de la decisión, los plazos para una eventual reapertura, el plan de acción previsto y las medidas que se tomarán para preservar el acervo y garantizar el acceso público durante el período de cierre.
La directora Schiappapietra justificó la medida alegando una “crisis estructural, edilicia, organizacional y de sentido” dentro de la institución. Sin embargo, estas declaraciones fueron duramente cuestionadas por el exdirector de la Biblioteca Nacional, Valentín Trujillo, quien publicó una extensa carta abierta repudiando la decisión.
Trujillo calificó el cierre como “lamentable” e “inédito”, y señaló que durante su gestión (2020-2025) se realizaron reformas edilicias, se ampliaron los servicios y se impulsaron proyectos de digitalización y descentralización cultural sin necesidad de cerrar las puertas. También destacó que la institución recibió récords de visitas escolares y académicas, y promovió actividades culturales reconocidas a nivel nacional e internacional.
El exjerarca sugirió que la medida podría deberse a desacuerdos internos en la actual administración y cuestionó la falta de un rumbo claro. Además, denunció que se pone en riesgo la continuidad de programas estratégicos y la accesibilidad al patrimonio cultural de la nación.
Fuente: Redacción Tribuna Repleta.