Especialistas mantienen proyecciones de crecimiento económico, pero ajustan a la baja sus expectativas sobre precios y tipo de cambio
El Banco Central del Uruguay (BCU) publicó este lunes su encuesta mensual de expectativas económicas, que recoge la visión de bancos, consultoras, economistas independientes y Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP). El relevamiento muestra señales de estabilidad en el crecimiento, una inflación más contenida y un dólar más débil respecto a lo esperado en abril.
Crecimiento económico
La mediana de las respuestas sostiene que la economía uruguaya crecerá 2,5% en 2025, el mismo nivel previsto en la encuesta del mes pasado. Para 2026, los analistas estiman una expansión más moderada, del 2%.
Estas cifras reflejan una visión de crecimiento sostenido pero sin aceleraciones marcadas, en línea con el contexto regional y el desempeño reciente de sectores clave como la agroindustria y las exportaciones.
Inflación más baja
Uno de los cambios más destacados es la baja en las expectativas de inflación. La mediana de los encuestados ahora ubica la suba de precios al cierre del año en 5,35%, una ligera mejora frente a los pronósticos anteriores, y dentro del rango objetivo del BCU, que va de 3% a 6%.
Este ajuste podría estar influido por una combinación de factores como la estabilidad del precio de los combustibles, el menor dinamismo del consumo interno y una política monetaria cautelosa.
Dólar más débil
Otro dato relevante es la nueva estimación del tipo de cambio. Los analistas prevén que el dólar finalizará 2025 en $43,30, lo que representa una caída respecto a los $44,50 que proyectaban el mes pasado.
Este descenso en las proyecciones puede estar relacionado con el ingreso de capitales, una menor presión inflacionaria o la política de tasas del BCU, que ha contribuido a fortalecer el peso uruguayo en los últimos meses.
Perspectivas
El informe de expectativas del BCU es una herramienta clave para anticipar tendencias en la economía uruguaya. Los resultados de este mes sugieren un escenario de moderado crecimiento, control de la inflación y un dólar más estable, elementos que pueden incidir en decisiones empresariales, de inversión y de política económica en los próximos meses.