Tras pericia que señaló que el chofer se quedó dormido, abogados de la empresa plantean posible episodio epiléptico. Mientras tanto, una de las víctimas sigue sin acuerdo y llevará el caso a juicio.
El accidente del ómnibus de la línea 121 ocurrido en octubre pasado vuelve al centro de la escena judicial. Luego de que pericias médicas concluyeran que el chofer se durmió antes del siniestro, los abogados de la empresa Cutcsa plantearon una nueva hipótesis: un posible “foco epiléptico” habría sido la causa del siniestro.
La versión anterior, avalada por un informe del Departamento Médico Criminológico del Instituto Técnico Forense (ITF), señalaba que el conductor —ya jubilado— “se duerme y no logra un estado de plena vigilia al despertar”. La nueva tesis, dada a conocer por el noticiero Subrayado, intenta rebatir esa conclusión y abrir nuevas líneas en la investigación.
En paralelo, el proceso judicial avanza. Aunque algunos pasajeros ya alcanzaron acuerdos indemnizatorios con la empresa, una de las víctimas ha decidido continuar con el caso en los tribunales. “Nosotros por el momento no acordamos. Abogamos por la continuación tanto del juicio penal como civil”, afirmó Diego Moreno, abogado de la pasajera que sufrió la fractura de una vértebra y aún sigue bajo tratamiento médico y psicológico.
El letrado explicó que su clienta ha tenido secuelas emocionales importantes, al punto que, al intentar volver a tomar un ómnibus —siguiendo indicaciones terapéuticas— sufrió un ataque de pánico. “Nuestra idea por ahora es continuar con el caso”, remarcó.
Otros pasajeros, en cambio, han optado por arreglos extrajudiciales. Gumer Pérez, abogado de otro de los damnificados, señaló que su cliente llegó a un acuerdo con la Fiscalía, en un proceso donde los montos negociados no pueden superar la indemnización de aproximadamente US$ 28.000 otorgada a Miguel Tejera, viudo de Karina Dafonte, fallecida días después del accidente.
Por su parte, Matías Muñiz, otro pasajero afectado, no descarta iniciar acciones civiles. Asegura que la indemnización ofrecida por la empresa es “simbólica” —en torno a los 700 dólares— y denuncia el menosprecio hacia el daño psicológico sufrido. “No puede ser que te ofrezcan dos monedas cuando casi casi te morís”, declaró.
El caso continúa generando repercusiones y se encamina a un proceso judicial que podría marcar precedentes en cuanto a la responsabilidad civil y penal en accidentes de transporte público.
Fuente: Montevideo Portal